Pablo Gonzalez' manifesto of amnesty, Mexico City, 6 September 1915
MANIFIESTO DEL Gral. PABLO GONZALEZ AL PUEBLO MEXICANO.
Cuando el Ejército Constitucionalista recuperó esta ciudad de México, en julio del año en curso, el Cuartel General del Cuerpo de Ejército de Oriente que comando, inspirado en un alto sentimiento de solidaridad nacional, expidió un amplio decreto de amnistía al cual han sabido acogerse numerosos elementos que equivocadamente habían seguido la bandera enemiga.
Generales, Jefes, Oficiales, tropa y civiles que servían a la llamada Convención y a los rebeldes Emiliano Zapata y Doroteo Arango, han venido a someterse a la causa Constitucionalista reconociéndola como la única causa del honor nacional y si para los enemigos activos del Constitucionalismo fué el decreto de 11 de julio de 1915 un medio de redención, que ya les ha proporcionado seguridades, garantías y tranquilidad para el pueblo en general y muy particularmente para el de la ciudad de México.
Los procedimientos seguidos por el Gobierno y el Ejercito Constitucionalista, son la prueba mejor de nuestro profundo respeto a la vida, y los intereses de todas las clases sociales.
El abastecimiento de víveres, el aplacamiento del hambre por medios caritativos, el derramamiento de trabajo para hombres y mujeres, constituyen una de las tantas formas con que estamos contribuyendo al inmediato mejoramiento de este pueblo tan duramente flajelado por la traición.
Ha sido pues la obra del Cuerpo de Ejército de Oriente, en todas sus manifestaciones, una labor palpable de atracción y convencimiento por medio de la clemencia, de la justicia y de la honradez en todos sus actos.
Quien haya dudado de la bondad de nuestra causa, puede sentirse convencido. Quien haya vacilado en reconocer nuestra fuerza moral y material, puede sinceramente reconocerla y así esta obra de redención ya empezada, continuará indefinidamente.
La puerta redentiva de la amnistía aún estaría abierta, pero quedará definitivamente cerrada el día 15 del mes de septiembre en curso.
Cumple a mi deber de soldado del pueblo, advertir a todos los mexicanos que a partir del día 16 de septiembre de 1915, a ningún enemigo de la causa Constitucionalista, le será concedida la amnistía y que este Cuartel General castigará inexorablemente con las penas más severas.
Primero. – A todos los individuos levantados en armas en contra del Gobierno Constitucionalista, sea cual fuere la bandera que ostenten y la categoría civil o militar que digan tener.
Segundo. – A todos los simpatizadores o espías del enemigo, que a merced de nuestro franco espíritu de cordialidad hayan logrado intercalarse en nuestras filas y estén laborando en favor del enemigo o enviándole informaciones de carácter militar o Administrativo.
Tercero. – A todos los que directa o indirectamente ayuden al enemigo, ya sea propalando noticias falsas, adversas al Constitucionalismo, ya sembrando la alarma en la sociedad con presagios de cercanos triunfos del enemigo o pretendidas debilidades de nuestras fuerzas.
Cuarto. – A todos los comerciantes o financieros que so pretexto de posibles triunfos del enemigo, se nieguen a aceptar nuestra moneda Constitucionalista de curso legal y forzoso, o trafiquen con el papel moneda del enemigo, declarado públicamente legal.
Quinto. – A todos los que directa o indirectamente procuren hacer resistencia a las disposiciones emanadas del Gobierno o del Ejército Constitucionalista; a los que pongan obstáculos y siembren dificultades para la marcha serena de la revolución Constitucionalista, hacia el fin redentivo que se propone y que tiene que alcanzar.
Las fuerzas Constitucionalistas cada día más poderosas y a cada nuevo encuentro victoriosas, emprenden hoy una verdadera campaña de exterminio contra el enemigo.
Sólo podrán tener derecho a la amnistía, aun después del quince del mes en curso, aquellos individuos que, por estar fuera de esta ciudad de México, comprueben no haber tenido conocimiento oportuno de que podían amnistiarse en el plazo concedido al efecto.
En este caso deberán enviar su solicitud de amnistía, a la mayor brevedad que les esa dable, inspirándose en una firma buena fé y rindiendo al Gobierno Constitucionalista todos loe elementos militares de que dispongan sin condición alguna.
Hago un último y formal llamamiento a todas las clases sociales, para que sin reservas y sea siquiera por espíritu de conservación, se identifiquen con la revolución Constitucionalista encabezada por el insigne Ciudadano Venustiano Carranza y coadyuven a su triunfo.
Sólo los extranjeros tienen el derecho y mejor aun la obligación de ser neutrales.
Los mexicanos que pretendan asumir ese vergonzante papel, hoy que la vida de la patria depende del esfuerzo de todos sus hijos, serán vistos como enemigos, porque la causa nacional no admite indiferencias criminales.
CONSTITUCION Y REFORMAS.
MEXICO, A 6 DE SEPTIEMBRE DE 1915.
El Gral. en Jefe del Cuerpo de Ejército de Oriente.
PABLO GONZALEZ.