press release on withdrawing Veracruz and Ejército Constitucionalista notes, Mexico City, 2 June 1916
Importante Nota de la Secretaría de Hacienda
Telegrama recibido en Aguascalientes el 2 de Junio de 1916. – 308 – De México. – Oficial
Jefe de la Oficina del Telégrafo Nacional
La Secretaría de Hacienda dio a la prensa hoy el artículo que a continuación se le transmite para que se entere Ud. y dé una copia a la prensa de ese lugar para su publicación
“La mayor parte del público de México, no lee las disposiciones que se dictan por la autoridad, sino que se limita a ver los encabezados de los periódicos, y, sobre todo, se rige por los rumores más absurdos que escucha en la calle.
La impresión general que se me ha transmitido, es la de que el público cree que el Gobierno se ha propuesto repudiar la moneda de “Veracruz” y “Ejército Constitucionalista.”
Con sólo que se lea cuidadosamente el decreto publicado con respecto a la moneda de $20, $50 y $100, se verá claramente que esta moneda, que tenía en el mercado hasta el miércoles pasado, un valor de 4 centavos, oro nacional, por peso, y que hasta ahora no ha tenido ninguna garantía, el Gobierno ofrece recogerla por valor de 10 centavos, oro nacional, cada peso.
El depósito de la moneda que deje de circular de hecho es además una forma de reconocimiento y garantía de ella.
El propósito del Gobierno, al retirar de la circulación en principios de junio, los billetes de $20, $50 y $100 fue evitar que la moneda antigua se retirará de un solo golpe el día 30 de junio. Para resolver este retiro tuvo en cuenta que la moneda infalsificable, de la que hay ya en circulación cerca de cien millones de pesos en toda la República, puede substituir a los billetes de alto valor de las emisiones antiguas. Cien millones de pesos de la emisión de infalsificables, corresponden en valor en el mercado, aproximadamente, a cuatrocientos millones de pesos de papel antiguo. Ahora bien, existen en circulación, aproximadamente trescientos veinte millones de billetes de veinte, cincuenta y cien pesos, de las emisiones antiguas, de los cuales la mayor parte se encuentra acaparada, sin servir propiamente para la circulación.
Estos billetes de $20, $50 y $100, encontrarán facil substitución con los de cinco, diez y veinte pesos de la emisión infalsificable.
Es natural que, como en todo cambio de régimen monetario, haya muchas personas que sufran algunos perjuicios.
Los tenedores de grandes cantidades de dinero de $20, $50 y $100, y todas aquellas personas que tuvieren moneda antigua por vía de ahorros, tienen la oportunidad de depositar estos ahorros en poder del Gobierno, y por sólo este hecho tienen reconocido un valor que es de más del doble del valor actual. Para todas estas personas, el decreto que retira los billetes de la circulación, equivale a admitirles un depósito con un interés considerable.
Por lo que hace a todos aquellos que tienen grandes cantidades de dinero de esta clase, para destinarlas a la especulación no podrán ya, en efecto, continuar especulando con la baja de nuestro moneda, y tendrán que conformarse con una ganancia 120% sobre su dinero, en vez de las sumas fabulosas que estaban obteniendo.
La Secretaria de Hacienda quiso, de propósito, dictar al mismo tiempo que esta medida, la que suprime la especulación sobre la moneda, pues de otro modo, en los momentos actuales, serían los especuladores de moneda los que obtendrían todas las ventajas de la condición transitoriamente difícil en que tiene que verse el pueblo trabajador.
Por lo que hace al pueblo y a las clases pobres que hayan quedado con pequeñas cantidades de dinero en su poder, cantidades que generalmente varían entre $20 y $100, la Secretaría de Hacienda ha tomado las medidas necesarias para que desde mañana, si así lo prefieren, puedan convertir en oro su dinero, en la Comisión Monetaria.
Fuera de las personas poseedoras de sumas muy pequeñas de dinero, los demás tenedores de billetes se encuentran comprendidos en dos grupos: los que tienen confianza en el Gobierno Constitucionalista y desean ayudarlo, los cuales sin duda alguna depositarán su dinero, y los que no tienen confianza en el Gobierno Constitucionalista y piensan que vale más “un pájaro en la mano, que ciento volando,” y estos preferirán venderlo por nada antes que dar crédito al Gobierno por unos cuantos meses.
El Gobierno ofrece pagar diez centavos oro nacional, por peso, al que tenga confianza en él.
Los que por escasez de recursos se encuentren transitoriamente en condiciones difíciles, podrán vender su dinero al Gobierno, al contado, en vez de entregarlo al comercio comprando mercancías a precios exageradísimos”